Recuerdo que hicimos de ellos una forma de humor, una forma de reírnos de alguien sin sentirnos culpables. Eran ellos. El último formato de gilipollas. Y estaban en Bilbao.
Venían a nuestros conciertos y, sobre todo, a los de los demás. Nunca ví uno fuera de la Calle Ripa o del callejón del Billy Pool. Nuestro amigo -y hermano- y yo lo recordábamos estas vacaciones como si hubiera corrido una generación. Y es que ya estamos un poco fuera. No vamos a chupar la polla a nadie a estas alturas, ¿no?
Y en estas ayer encontré una de estas en nuestra guarida. Donde nosotros. Qué mal cuerpo. ¿Qué hacías? ¿Y vosotros?
Tenéis una edad, cojones.
Aterrizaje forzoso
Hace 3 años
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