Aunque pueda parecerlo, quiero ser un hombre de verdad. Y eso no se consigue siguiendo ninguna pauta pre-concebida. Se llega a ser. En algún momento dejé de tener vergüenzas adolescentes, le dije a un amigo que le quería -sin decírselo- y llamé yo a mis padres porque estaba preocupado.
Creo que en noches como la de hoy compartiremos sendas copas de vino -de diferente diseño- y reflexionaremos sobre lo horrible que es el mundo y lo bonito que iba a haber sido. Aunque tú seguro que lo verás con mejores ojos que yo. Pero ni tú vas a dejar de quererme por esto, ni yo voy a encerrarme en ningún sitio.
Entonces, cuando de alguna manera demos por terminado el tiempo que tú concedas para planteamientos pesimistas con un beso que nos libre de "tequieros" rutinarios, lloraré durante unos segundos. Porque sí, por todo y por nada. Delante de todos pero solo debajo de tí.
Aterrizaje forzoso
Hace 3 años
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