martes, 10 de noviembre de 2009

Males menores

En tiempos de lluvia y viento todos andan con el paraguas por la calle. El paraguas puede ser el objeto más despreciado de todos los inventados por el hombre. Vale que tener que utilizarlo es sinónimo de mal tiempo y eso no gusta, pero reconocer los frutos del uso del paraguas no estaría de más.

Es muy común dejar los paraguas tirados en la calle, con sus miembros totalmente destrozados. O tomarla con el paraguas cuando algo sale mal. En cambio, pocas veces veo que alguien deje su portátil tirado en la calle un día de lluvia o su movil. Siempre hay servicios técnicos que te cobrarán más de lo que deben por hacerte un apaño.

Corren malos tiempos para los paraguas, mucho trabajo y muy poco reconocimiento por parte de esos bestias que sólo se acuerdan de ellos cuando los han dejado para no tener que cargar con ellos.

Joder, ¿que por qué yo utilizo paraguas? Se trata de un vínculo afectivo que suelo establecer, más con objetos de poco valor que con personas. Reconozco su utilidad y entiendo sus defectos. Amén de que siempre me he sentido identificado con los menos queridos. Por eso me dan ganas de partir una guitarra que no afina o de clavar un hacha a un ordenador que funciona. Esos chismes sí tienen el afecto del público en general. Serán más bonitos.

Pero nunca despreciaré un noble paraguas.

PD- un paraguas es un objeto cuyo precio no baja de los 10 o 12 euros. De lo contrario, no es un paraguas.

1 comentario:

  1. una vez leí que los hombres de verdad no usan paraguas ni pijama. cumplo el primer requisito, pero jamás cumpliré el segundo. tiene cojones que no haya tenido un paraguas en mi puta vida habiendo vivido en vigo. malditos findes sin fútbol. los amistosos no son lo que eran. aupa

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