miércoles, 18 de noviembre de 2009

Clichés

Los otrora revolucionarios y gentes de izquierdas andan ahora tocando a todo el mundo los cojones exigiendo correción política. No puedes hablar mal de un marica subnormal ni de una tía boba. Antes iban a la universidad y eran fuertes, ahora son una tribu callejera más.

De ignorancia no se presume. De barrio, sí. Yo siempre quise ser un chico de barrio. Era un concepto que sonaba a camaradería y a jugar a fúbtol en la calle. Ahora van a la televisión, a presumir de no saber nada como consecuencia de la mala suerte se der de barrio.

¿Donde está la clase media por las noches? Ya no os queda más que la misma puta discoteca de todos los fines de semana. ¿No vais a hacer algo nuevo para que sea menos aburrido? Quizás cuando dejéis de quejaros de que todas las demás están llenas de gentuza. Id al Boom, alquilad Quadrophenia y salid a la calle, hijos de puta.

Me encanta hacer amigos porque es algo que no hago muy a menudo.

Es un poco tener huevos. Tener la certeza de que incluso el presidente de EEUU se queda en calzoncillos dos veces al día.

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